Aunque todavía hay nieve en el suelo aquí en mi pueblo, siento que se acerca el verano. Si no está nublado, el sol brilla mucho y, a veces, no hay heladas durante el día. Por eso era demasiado optimista porque cuando entré en mi pequeño invernadero en el jardín y cuando vi que había hojas en mi arbusto de bayas, regué el arbusto y todas las plantas del invernadero. Pero al día siguiente comenzó a congelar y estaba nublado, por lo que el sol no podía calentar mi invernadero. Tenía miedo de que el agua que bebían las plantas se congelara dentro de ellas y las matara, así que me apresuré a poner electricidad en el invernadero y encender un calentador de ventilador para calentar el invernadero. Ahora hace 11 grados bajo cero afuera, pero todavía hay un poco de calor dentro del invernadero, así que salvé las plantas y ¡están creciendo!
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